lunes, 20 de enero de 2014

Phillip, el Cucaracho

Apuré el paso al escuchar las doce campanadas. Los chicos de la oficina se habían ido de copas al Chuchitril de Joe y me habían invitado. Pero me dolían las seis patas después de un día de trabajo infernal, así que me disculpé y les dije que me retiraba. Al cuerno la Nochevieja.

En el portal recogí el correo: facturas, un catálogo de alguna tienda sueca de decoración y el ejemplar del mes de Playracha. Lo dejé todo sobre una silla al entrar en el apartamento, por no tirarlo directamente al contenedor de reciclaje.